Encuentro de ciberactivistas de Bilbao #tomaelpoder


A medio camino entre el periodista y el activista tradicional, la figura del ciberactivista, auspiciado por las nuevas tecnologías, se perfila como un nuevo modelo para ejercer presión sobre los distintos gobiernos y conseguir cambios sociales. Pero son muchas las preguntas que todavía se plantean sobre este nuevo modelo de ciudadano: ¿cuál es la ética con la que se debe mover? ¿tiene la misma legitimidad que el activista tradicional? ¿o se trata simplemente de una persona que crea agitación en la red? ¿cuál es la fiabilidad que se le otorga a la información que se encuentra en Internet? ¿cómo superar la brecha tecnológica?

Para tratar de despejar estas dudas y reflexionar sobre los nuevos perfiles de activistas, se celebró en la Sala Koopera de Bilbao los días 24 y 25 de noviembre el encuentro Activismo en la red: #tomaelpoder, un espacio para compartir experiencias organizado por Intermón Oxfam y por su rama de movilización SoyActivista. A él acudieron más de 70 personas de toda España, cifra que, como afirmó Nerea Basterra, directora territorial de Intermón Oxfam para la Zona Norte, “es un indicativo del interés que ha generado” un tema como el ciberactivismo. Porque si éste resulta interesante en un momento como el actual es porque ofrece la posibilidad de que puede haber un cambio. Y, además, esta transformación pasa por las personas, intercambiando sus conocimientos y sus experiencias. “El cambio empieza por uno mismo”, señaló Basterra. Asimismo, las capacidades para cambiar la sociedad aumentan si las personas se unen. Pero como se recalcó durante todo el encuentro, mientras los seres humanos están transformando aquellos aspectos de la sociedad que les desagradan, es imprescindible que sean felices y disfruten del camino. Este intercambio de experiencias puede contribuir a aportar propuestas para “crear un espacio de acción colectiva”, comentó Antonio Moreno, miembro del Colectivo de Educación para la Participación (equipo CRAC) y dinamizador del encuentro de ciberactivismo.

Pero las nuevas tecnologías también requieren nuevos espacios de participación y de organización. De esta manera, durante la primera parte del encuentro, se trató de llevar a cabo el principio de la autorregulación de los espacios: cualquier persona que participaba en el encuentro podía proponer un tema para debatir. De este modo, durante media hora, se crearían cuatro grupos en los que se debatiría simultáneamente sobre cuatro aspectos relacionados con el ciberactivistmo. Las personas que no moderaran los grupos podían asistir a un único debate o ir de grupo en grupo. Cada uno de estos espacios de intercambio duraba media hora. Transcurrido este espacio de tiempo, acabarían los debates que estaban en marcha y comenzarían otros cuatro diferentes. De esta forma, durante dos horas, hubo quince debates abiertos que permitieron a los asistentes preguntarse sobre las claves del ciberactivismo. Con esta dinámica, el objetivo era “construir colectivamente la agenda del espacio abierto”, indicó Moreno.

Nuevas plataformas


Pero las nuevas tecnologías no son un fin en sí mismo para el ciberactivista sino que se deben utilizar para conseguir un objetivo. Así, en el siguiente espacio de este encuentro se reflexionó sobre las posibilidades que ofrecen las nuevas plataformas y herramientas para lograr cambios. Felipe Giner presentó Masticable, colectivodel que forma parte y que apuesta por el poder de Internet para visualizar yapoyar distintas causas sociales. Para que las acciones encaminadas a cambiar la sociedad sean más efectivas, las organizaciones también se han de transformar. Así, las jerarquías y los roles establecidos dentro de éstas muchas veces dificultan su labor. De este modo, Masticable también ayuda a las organizaciones a salvar estas barreras internas y promueve la alfabetización tecnológica y las críticas a las fuentes de información. Cuando Masticable comienza a trabajar con una organización, tiene en cuenta tres claves: el empoderamiento tecnológico (saber qué personas utilizan y conocen las nuevas tecnologías dentro de la organización), la participación (pues suelen surgir preguntas acerca de qué acciones son participativas y cuáles no) y estrategias de comunicación digital. Giner ve el ciberactivismo “como una extensión del activismo que venimos haciendo desde hace 16 ó 17 años” y considera que las organizaciones no deben obsesionarse con cuantificar todos los datos que se pueden recoger a través de la red. Igualmente, Giner considera que las nuevas Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) sirven, sobre todo, para “construir narrativas diferentes a las del poder político”. Para Irene Milleiro, directora de campañas de Change.org España, la mayor plataforma de peticiones online del mundo, no existen diferencias entre un activista y un ciberactivista, ya que éste último es simplemente “un activista que utiliza las nuevas tecnologías”. Change.org sirve, según Milleiro, para “abordar todos los pequeños problemas que constituyen un gran problema”. Por tanto, esta plataforma propone un cambio de mentalidad: no se trata de proponer grande soluciones a problemas grandes sino de proponer soluciones pequeñas encadenadas. El objetivo, al margen de las distintas peticiones, es crear un mundo en el que nadie sienta que no puede hacer nada cuando ve una injusticia a su lado, ya que, ante todo, se es ciudadano. El futuro de Change.org pasa por ser una plataforma con mayor autonomía, afirmó Milleiro.

El papel de las redes en la Primavera Árabe

Mucho se ha hablado sobre el papel que jugaron las redes sociales en la Primavera Árabe. Así, Z, bloguero y dibujante tunecino, que ha realizado numerosas caricaturas de los actores políticos de su país, trató de contar su paso de ser un ciudadano corriente a convertirse en un ciberactivista. Z reaccionó contra el régimen de Ben Ali cuando éste último proyectó la construcción de varios megaproyectos urbanísticos vendidos como muy beneficiosos para el pueblo, pero que sólo iban a enriquecer a unos pocos. “Tenía el deber de explicar el proyecto a los ciudadanos que no tenían conocimientos técnicos y a los que ese proyecto iba a dañarles”. Así, comenzó a realizar dibujos muy sencillos que permitieran a los ciudadanos comprender lo que de verdad iban a significar esas obras para su vida. Era una forma de hablar de política, pero sin nombrarla directamente. “La lucha aún no ha terminado”, comenta Z, ya que, tras la revolución, todavía hay temas como, por ejemplo, la religión, sobre los que no es posible hablar demasiado. Pero la revolución tunecina también permitió que se descubriera otra parte de la realidad: el feminismo en el mundo árabe. A Zeïneb Toumi, ciberfeminista tunecina, la Primavera Árabe la sorprendió en Valencia. Así, comenzó a buscar iniciativas en las redes sociales para poder participar en la misma e impulsó movimientos de participación de las mujeres (aunque a veces era rechazada por sus ideas “occidentales”). Comenzó a descubrir a las blogueras árabes y propuso que ellas se convirtieran en las nuevas lideresas. No obstante, éstas defendían todos los cambios de la revolución pero no eran feministas. Así, comenzó a buscar más blogueras en el mundo árabe. De esta manera, ahora es una de las impulsoras de The uprising of women in theArab World para apoyar la revolución feminista en el mundo árabe. Toumi afirmó que las cosas han cambiado tras la revolución, ya que las mujeres ahora no se callan. “Han ganado la libertad de expresión”, comentó la ciberfeminista.

Otro de los actores de la Primavera Árabe que estuvo presente en este encuentro fue el cineasta egipcio Basel Ramsis. Éste se planteó las cuestiones éticas que afectan al ciberactivista a la hora de contar los hechos que están ocurriendo. Según el cineasta, “se debe elegir un punto de vista y contar desde ese punto de vista”. Ramsis considera que no se puede ser neutro y que ahora es el momento de tomar partido. Asimismo, afirmó que la credibilidad del ciberactivista se debe a su lucha diaria. “La revolución salvó a mi generación porque por primera vez nos dimos cuenta de que cualquier cosa puede valer”, señaló Ramsis.

Pero para encontrar a los héroes anónimos de la historia no hace falta recorrer tantos kilómetros. En España, a raíz de unas desafortunadas declaraciones de Esperanza Aguirre en las que acusaba a los participantes del 15M de ser unos perroflautas, un grupo de personas mayores decidió crear el colectivo de Iaioflautas, ya que ellos se sentían identificados con los postulados del movimiento social juvenil. Paco González, prejubilado de 60 años por el BBVA, estuvo presente en este encuentro para trasladar la voz de la experiencia a la crisis que asola España. “Si, como dicen los políticos, no hay otra alternativa, éste no es nuestro sistema. Somos antisistema”, explicó González. Una de las particularidades de los Iaioflautas es que pretende ser una organización horizontal donde cada uno se represente a sí mismo. Así, llevan a cabo una desobediencia civil pacífica y ya han sido protagonistas de varios actos de protesta en las calles de toda España. González indicó que los iaioflatuas no tienen miedo, ya que ellos han vivido una dictadura que los privó de los derechos de pudieron recuperar en democracia, pero que ahora están siendo fuertemente atacados. “No tenemos nada que perder y sí mucho que ganar”, afirmó González, ya que los iaioflautas no se dignan a dejar a sus hijos y nietos el mismo mundo que ellos tuvieron que soportar durante el franquismo. “Pensamos que hay que subvertir las normas, que todo es posible y que en nuestras manos está”, señaló González.

Ciberactivismo y Periodismo

De izquierda a derecha: Saviano Abreu, Gumersindo Lafuente,
Lucila Rodríguez-Alarcón y Jaime Estévez
Uno de los hitos que ha marcado Internet y el mundo de la información, en general, fue la aparición de Youtube, como explicó Jaime Estévez, fundador de Ágora News, ya que esta plataforma permitía obtener información gratuita mientras que las agencias de prensa tradicionales siempre han comercializado con ésta. Y precisamente con este espíritu de gratuidad nace Ágora News, primera agencia de vídeo online en español y streaming de eventos: para difundir información gratis. De este modo, se trata de un periodismo de emprendedores sociales, en la que los informadores que conforman este medio eligen aquellos actos que merece la pena cubrir por su relevancia social (aunque hay otros actos que son cubiertos por encargo). El éxito de esta plataforma se debe a que “ha cubierto un espacio informativo que estaba vacío en el mercado”, indica Estévez. Así, fueron los primeros en cubrir el 15M y esto supuso un aumento exponencial de su audiencia, hecho que les permitió ver dónde estaba el interés de la gente y que había nichos informativos que aún estaban por cubrir.

También con ese espíritu de cubrir los huecos informativos y de romper con las unidireccionalidad de los mensajes de los medios de comunicación, nació el proyecto UniversoVivo, creado por Lucila Rodríguez-Alarcón, que pretendía hablar sobre temas de interés social, pero rompiendo la endogamia y tratando de hacerlos llegar a otro público más diverso. Este proyecto llevaría, posteriormente, a crear el blog 3500 millones en El País (del que Rodríguez-Alarcón es coautora), que también prosigue con ese espíritu de unir temas más transcendentales con otros que a priori puedan parecer más frívolos para que lleguen a un público más numeroso. “Somos líderes de opinión, pero no podemos ser líderes de opinión aséptica”, señaló Rodríguez-Alarcón, ante la necesidad de estar cada vez más posicionado. No obstante, Rodríguez-Alarcón se mostró un tanto escéptica con el poder de las redes, ya que afirmó que el blog 3500 millones no tendría tanto éxito si no estuviera una marca (El País y el grupo Prisa) tan potente detrás.

Pero, actualmente, los medios de comunicación también están en un proceso de redefinición precisamente debido a las nuevas tecnologías. Su antigua función mediadora entre el poder político y la ciudadanía cada vez está más cuestionada, debido, en parte, a que paulatinamente se han separado de ésta última. “Siguen teniendo un alto poder de prescripción”, señaló Gumersindo Lafuente, periodista y precursor de varios proyectos de información on-line en castellano. Sin embargo, el periodista también afirmó que ahora es el momento idóneo para colarles temas que antes nunca habrían aparecido en ellos. Asimismo, también se refirió a que ahora es el momento en el que los medios de comunicación están sujetos a un mayor control social y que, por tanto, están obligados a leer la realidad de otra manera.

Ciberactivismo y política

La política también ha tenido que reaccionar ante los cambios que se demandan desde las redes sociales. Miguel Ángel Gonzalo, jefe de la Unidad de Coordinación y Planificación de Proyectos en la Secretaria General del Congreso, explicó que “Internet no elimina las relaciones de poder sino que las transforma” y que, por tanto, es necesaria una apertura del Parlamento. Así, comentó que cuando los parlamentarios se den cuenta de que es necesario estar conectado con los ciudadanos habrá un cambio. Por tanto, cada vez se hace más necesario que el Parlamento no sólo sea recordado por su diario de sesiones o por el Boletín Oficial del Estado (BOE), sino que también debe tener una huella digital. No obstante, actualmente, los partidos con representación minoritaria son los que se muestran más activos en las redes sociales.

De izquierda de derecha: Nerea Basterra, Fran Ferri,
Florent Marcellesi y Alba Gutiérrez
Por su parte, Mikel Otaegi, del proyecto Irekia promovido por el Gobierno Vasco, afirmó que la participación en democracia siempre ha existido. Asimismo, no todo el mundo está presente en Internet, pero los gobiernos deben gobernar para todos los ciudadanos. La idea del “open government” comienza a tener éxito a raíz de la campaña electoral de Barak Obama de 2008 que perseguía la transparencia, la participación y la colaboración. De este modo, Irekia nace con el objetivo de hacer que el Gobierno Vasco sea más transparente colgando más información y generando perfiles en redes sociales. Sin embargo, según Otaegi, no se ha visto una gran respuesta de la ciudadanía. Así, Otaegi afirma que se escuchan muchas protestas, pero que éstas no se canalizan hacia las instituciones de gobierno.

A partir de un estudio que afirmaba que existía una falta de voluntad política y de solución de los problemas de índole política, arrancó el Proyecto Avizor, que se planteó qué fórmulas se podían llevar a cabo para conocer lo que está pasando y mover la voluntad política. Así, como explicó Alba Gutiérrez, coordinadora de este proyecto, Avizor trata de estar al tanto de las acciones que llevan a cabo los políticos para crear un mundo más justo y erradicar la pobreza. De este modo, sirve tanto para que los políticos tomen conciencia de que su labor tiene repercusiones sociales y para que se visivilice la labor de aquéllos que promueven unas mejores condiciones de vida para tod@s (anualmente entrega el Premio “Más Justo, Más Inteligente” al Parlamentario del Año, que reconoce la labor del parlamentario español que haya demostrado un mayor compromiso en la lucha contra la pobreza y el desarrollo sostenible).

Equo y Coalició Compromís son dos nuevos partidos políticos que han tratado de recoger las inquietudes sociales latentes en la ciudadanía española y hacer un mejor uso de las redes sociales y de Internet. “Si queremos ir en contra de esta crisis multisectorial debemos trabajar en redes”, indicó Florent Marcellesi, miembro de Equo. De esta manera, una de las claves de esta sociedad debe ser el trabajo en red y la inteligencia construida colectivamente. Estas relaciones deben ser horizontales, creativas y sin jerarquías. Según Marcellesi hay tres formas de llegar a la sociedad: salir a la calle, estar presente en los medios de comunicación o estar en las redes sociales. Para este partido, es más difícil estar presente en los medios de comunicación tradicionales, por lo que han tenido que apostar por las redes sociales. Un caso similar sería el de Coalició Comprimís. Fran Ferri, diputado de este partido en les Corts Valencianes, expuso algunas de las campañas que más éxito han tenido en las redes sociales llevadas a cabo por su equipo, buenos ejemplos que demuestran que, de esta forma, también se puede llegar a la ciudadanía y hacerle participar. No obstante, como señaló, Marcellisi, los medios de comunicación tradicionales aún tienen un fuerte peso a la hora de configurar la opinión pública. Asimismo, se necesita tener a una ciudadanía empoderada en las nuevas tecnologías para que puedan ser más activas en la red.

Para concluir el encuentro se construyeron las conclusiones colectivas que podemos resumir en estos puntos:

1.      La Realidad nunca ha sido excesivamente analógica.
2.      Ciberactivismo es el tratamiento comunicativo de la acción.
3.      Hay que conectar los medios y estudiar cómo conectarlos para saber proyectar.
4.    Introducir las TIC’s en las organizaciones sociales, no es simplemente contratar a un community manager, pasa por implicar a todos los miembros de nuestra organización.
5.      Debemos pasar de un modelo autoritario-jerárquico-patriarcal, a un modelo igualitario.
6.      Open data, goverment open total: hay un problema de credibilidad entre el sujeto representado y quienes lo representan.

Todo ello nos dio  la oportunidad de compartir y generar sinergias entre diferentes espacios de movilización ciudadana, a través de experiencias de diversas personas y organizaciones sociales nacionales e internacionales.
Escrito por Begoña Calero de Intermón Oxfam Alicante y Laura Ibáñez de Intermón Oxfam Elche.

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