España y el derecho a la alimentación

El 16 de octubre se celebra el Día Mundial de la Alimentación. Pero poco hay que celebrar, realmente. Según los últimos datos de la FAO, 870 millones de personas se acuestan cada día con hambre en el mundo. Mucho millones más tienen que decidir si comer cada día o enviar a sus hijos a la escuela. En un planeta que produce alimentos suficientes para todos sus habitantes, ¿Cómo se justifica que una de cada siete personas padezca de obesidad, mientras que una de cada ocho no puede cubrir sus necesidades básicas? Los datos de Naciones Unidas reconocen un estancamiento en la lucha contra el hambre en el mundo desde el inicio de la crisis financiera. En este contexto, cuando más necesario es que la comunidad internacional mantenga sus compromisos en la lucha contra el hambre, nuestro país los recorta hasta el límite de la desaparición.  España, que en los últimos años ha centrado buena parte de sus esfuerzos de cooperación en el desarrollo rural y la seguridad alimentaria ha reducido su ayuda al desarrollo en un 60% en los últimos tres años, desmantelando en la práctica 32 años cooperación internacional y convirtiéndonos en uno de los países más insolidarios de nuestro entorno.  En España este año no ‘celebramos’ el Día Mundial de la Alimentación, sólo lo ‘recordamos’.

Vanesa Martínez-Santos, responsable de movilización social y coordinadora de Intermón Oxfam en Elche