La reglamentación del comercio de municiones es casi nula, a pesar de alcanzar los 4.000 millones de dólares por año


Excluir las municiones del nuevo Tratado de Comercio de Armas sería una decisión "completamente irracional” 
Según las estimaciones, más de 12.000 millones de balas se producen al año, lo suficiente para matar dos veces a toda la población del planeta
En un nuevo informe, Oxfam señala que muchas balas terminan yendo a grupos armados, prolongando conflictos, y aumentando la posibilidad de abusos contra los derechos humanos
Las ventas mundiales de municiones ascienden a más de 4.000 millones de dólares y crecen a un ritmo más acelerado que el propio comercio de armas, sin embargo, no existe prácticamente ningún reglamento para controlar el destino de las balas, ha resaltado  Oxfam –Intermón Oxfam en España-  en un nuevo informe lanzado  hoy.
El documento titulado  "Detener una bala es detener una guerra”  se ha presentado en  vísperas de las negociaciones del Tratado de Comercio de Armas, que tendrá lugar  este verano en Nueva York, donde diplomáticos de todo el mundo se reunirán para negociar un nuevo acuerdo mundial que regule el comercio de armas y municiones.
En este sentido, el Ministro español de Asuntos Exteriores y Cooperación, José Manuel García-Margallo, se ha comprometido recientemente de forma pública a apoyar en esas negociaciones un Tratado que impida las transferencias de armas que contribuyan a la comisión de abusos contra los derechos humanos y a los crímenes de guerra.
Algunos países, incluidos Estados Unidos, Siria y Egipto, recientemente han expresado su oposición a incluir las municiones en el texto final del tratado. Sin embargo, Oxfam considera esencial que su venta forme parte del nuevo acuerdo, habida cuenta del efecto devastador que el tráfico ilícito e irresponsable de armas tiene, en muchos casos, sobre la vida de las personas más pobres del planeta, especialmente aquellos que viven en situaciones de conflicto o en estados frágiles, como Afganistán y Somalia.
"Las armas de fuego son inútiles sin balas; las balas las convierten en armas letales. Es absolutamente necesario que se incluya la venta de municiones en el tratado y que esté mejor regulada. Sería totalmenteirracional dejarlas fuera del tratado. El comercio de municiones es lucrativo; pero si bien el coste de producirlas es bajo, el precio en vidas humanas que se paga es incalculable. Un tratado que no lo incluya no tendría  sentido” ha asegurado Francisco Yermo, portavoz de la coalición española “Armas bajo control”  de Intermón Oxfam.
Más 12.000 millones de balas al año

El informe de Oxfam revela cómo las deficiencias en la reglamentación del comercio de municiones dificultan poder facilitar una cifra exacta sobre el número de balas que se están produciendo y transfiriendo mundialmente cada año, aunque las estimaciones apuntan a 12.000 millones, lo suficiente para matar dos veces a toda la población del planeta.

El comercio de municiones para armas pequeñas alcanza los 4,300 millones de dólares por año, mientras que el comercio de armas de fuego y armas ligeras asciende a 2.680 millones, según se desprende de una encuesta sobre armas pequeñas.
Oxfam señala que solo una minoría de países informa sobre sus exportaciones de municiones, y no existe prácticamente ningún control por parte de organismos intergubernamentales que cubran este comercio. Además, es díficil conocer el  destino final de las balas, ya que  los datos de las municiones no suelen aparecer por separado y simplemente se agregan a la información sobre exportaciones de armas.
De los 34 de los estados que han informado públicamente sobre sus exportaciones de armas desde el año 2006, 28 lo hicieron sobre exportaciones de municiones como una categoría especial, entre ellosEspaña. La legislación española mantiene una categoría especial para las municiones en las estadísticas de exportaciones de material de defensa que el Gobierno presenta anualmente al Parlamento.
España autorizó en 2011 ventas al exterior de municiones por más de 31 millones de euros (más de 38 millones de dólares), siendo algunas de estas transacciones de munición – a destinos como Bahréin y Arabia Saudí en plena primavera árabe – muy preocupantes, como ha denunciado recientemente la coalición española de “Armas Bajo Control”, de la que forma parte Intermón Oxfam junto a Amnistía Internacional, Fundació per la Pau y Greenpeace.
Debido a la magnitud del comercio de municiones, es necesario reglamentarlo mediante un tratado internacional para garantizar la transparencia de la información. "Esta falta de controles mundiales sobre el flujo de municiones y la de un sistema de información internacional para registrar el destino final de los miles de millones de balas debe cambiar y puede servir para hacer más efectiva la legislación española, que cubre claramente esta categoría de material defensa” ha resaltado Yermo.
Según los investigadores de Oxfam, las mayores lagunas de información relacionadas con las transferencias no documentadas de municiones provienen de países asolados por la guerra. El informe expresa que muchas balas terminan desviándose a manos de grupos armados, a menudo prolongando conflictos y aumentando la posibilidad de abusos contra los derechos humanos.

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