Las 10 mayores empresas de alimentación y bebidas no respetan los derechos básicos de sus productores
La nueva campaña de Oxfam
quiere contribuir a cambiar el impacto social de las empresas de alimentación y
bebidas en los países en desarrollo donde producen
La organización Oxfam, Intermón Oxfam en España, afirma que las políticas sociales y medioambientales de las diez mayores empresas de alimentación y bebidas del mundo no se adaptan al que debe ser su propósito actual y que deben ser reformadas. Estas empresas (las "10 Grandes") –que juntas ganan 1.100 millones de dólares al día– no están respetando algunos derechos básicos de los millones de personas de los países en desarrollo que les proporcionan tierra, agua, mano de obra y materias primas para elaborar sus productos.
La organización Oxfam, Intermón Oxfam en España, afirma que las políticas sociales y medioambientales de las diez mayores empresas de alimentación y bebidas del mundo no se adaptan al que debe ser su propósito actual y que deben ser reformadas. Estas empresas (las "10 Grandes") –que juntas ganan 1.100 millones de dólares al día– no están respetando algunos derechos básicos de los millones de personas de los países en desarrollo que les proporcionan tierra, agua, mano de obra y materias primas para elaborar sus productos.
La campaña Tras la marca, desarrollada en el marco
de la campaña CRECE -cuya meta es ayudar a arreglar un
sistema alimentario roto- evalúa y clasifica, por primera vez, las
políticas agrícolas, los compromisos públicos y la supervisión de las cadenas
de suministro de las 10 Grandes. Algunas de ellas son muy familiares para los
consumidores españoles, como Coca Cola, Danone, Nestlé o Kellogg’s; otras no lo
son tanto, pero sí muchas de sus marcas: General Mills (con Gigante Verde,
Häagen Das, Yoplait, Trix ), Unilever (incluye Knorr, Calvé, Flora, Magnum,
Cornetto, Ben & Jerry’s, Lipton), Mars (con chocolates m&m’s,
snickers, milkyway,twix; chicles Orbit ), Pepsico (Pepsi, 7Up, patatas Lays,
Fritos y Doritos), Mondelez (antes Kraft, con los chocolates Cadbury, Toblerone
y Milka, chicles Trident, caramelos Halls, galletas Oreo, Lu, Ritz, y queso
Philadelphia) y Associated British Foods (ABF, con la marca de té Twinnings
entre otras ).
Para
ello Oxfam ha desarrollado un índice para analizar las políticas sociales de
estas empresas, que puede ser consultado en su página web, en el que muestra
que ABF (19%), Kellogg’s (23%) y General Mills (23%) son las que peor
puntuación han obtenido. Estas tres empresas cuentan con políticas más débiles
que, por ejemplo, Coca-Cola (41%), Unilever (49%) o Nestle (54%).
"Algunas
empresas son conscientes de la importancia de la sostenibilidad y han adquirido
importantes compromisos que deben ser aplaudidos", señala José María Vera,
director general de Intermón Oxfam. "Pero ninguna de las
10 mayores empresas de alimentación y bebidas está siendo lo suficientemente
rápida a la hora de poner fin a un legado de más de cien años durante los
cuales se han beneficiado de una tierra y una mano de obra muy barata que les
ha permitido elaborar sus productos a gran escala, obteniendo enormes beneficios
pero con un elevado coste social y medioambiental. Ninguna de estas empresas ha
obtenido una buena puntuación total. Todas ellas tienen aún mucho por
hacer”.
La campaña Tras la marca evidencia que:
·
Aunque algunas de las 10 Grandes se han comprometido de forma
pública con la defensa de los derechos de las mujeres, ninguna se ha
comprometido a acabar con la discriminación que éstas sufren en sus cadenas de
suministro.
·
Ninguna de las empresas cuenta con políticas adecuadas para
proteger a las comunidades locales contra el acaparamiento de tierras o de agua
a pesar de que todas ellas utilizan materias primas (como el aceite de palma,
la soja o el azúcar) para cuya obtención a menudo se violan los derechos sobre
la tierra de las personas. Ni una sola de estas empresas ha manifestado una
"tolerancia cero" contra el acaparamiento de tierras en sus cadenas
de suministro.
·
Ninguna de las 10 empresas es lo suficientemente transparente en
relación a sus cadenas de producción agrícola, lo cual dificulta la comprobación
de la veracidad de sus declaraciones en cuanto a su "sostenibilidad"
y "responsabilidad social". Nestle y Unilever son quienes
proporcionan una mayor información en relación a los países de los que se
abastecen, pero ninguna empresa proporciona suficientes datos sobre sus
proveedores.
·
En términos generales, todas las empresas están mejorando su
eficiencia en el uso del agua, pero casi todas han fracasado a la hora de poner
en práctica políticas para limitar su impacto sobre los recursos hídricos locales.
Tan sólo Pepsico ha reconocido públicamente que el agua es un derecho humano y
se ha comprometido a llevar a cabo procesos de consulta con las comunidades
locales. Nestle ha desarrollado unas directrices a seguir para sus proveedores
en relación a la gestión del agua y obtuvo una de las mejores puntuaciones en
cuanto a políticas relativas al agua.
·
Todas las empresas han emprendido acciones para reducir sus
emisiones directas pero sólo cinco –Mondelez, Danone, Unilever, Coca-Cola y
Mars– han hecho públicas las emisiones generadas en la producción agraria de
las materias primas que utilizan. Únicamente Unilever se ha comprometido a
reducir a la mitad sus emisiones de carbono para el 2020. Ninguna de las
empresas ha desarrollado aún políticas para ayudar a los agricultores y
agricultoras de sus cadenas de suministros a desarrollar su resiliencia ante la
amenaza del cambio climático.
·
·
Tampoco ninguna se ha comprometido públicamente a pagar un
precio justo a los agricultores y agricultoras ni a poner en práctica acuerdos
comerciales más equitativos en sus operaciones agrícolas. Sólo Unilever –que
obtuvo la mayor puntuación en relación a sus operaciones comerciales con los
agricultores a pequeña escala– cuenta con directrices específicas para hacer
frente a algunas de las cuestiones clave a las que se enfrentan las familias
campesinas.
"Es
hora de que las empresas asuman una mayor responsabilidad social en cuanto a la
enorme influencia que tienen en las vidas de las personas que viven en la
pobreza", subraya Vera. "El 80% de las personas que pasan hambre en
el mundo trabajan en la producción de alimentos y estas empresas proporcionan
empleo a millones de personas en países en desarrollo, quienes cultivan y
producen las materias primas para sus productos. Controlan muchas de las marcas
más populares del mundo y su gran influencia a nivel económico, comercial y
político les permitiría marcar una diferencia real y duradera en las vidas de
las personas pobres y hambrientas del mundo".
"Analizar
sus políticas sociales es un importante primer paso pues éstas indican que las
empresas buscan hacer el bien. Es a través de estas políticas que los
consumidores y los productores podrán comenzar a exigirles que rindan
cuentas", señala Vera.
La
campaña invita también a los consumidores y consumidoras a utilizar el poder
que tienen para hacerles saber a las empresas alimentarias más grandes del
mundo que vigilan de cerca su funcionamiento y que estan a la espera de un
cambio. En los próximos meses, la campaña propondrá una serie de acciones
sencillas para que la ciudadanía pueda presionar a las empresas a la vez que
reflexionar sobre sus hábitos de consumo.
"Ninguna
empresa es demasiado grande como para no tener que escuchar a los
consumidores", afirma Vera. "Si un número suficiente de personas
exige a las grandes empresas de alimentación que hagan lo correcto, no pueden
hacer otra cosa que escuchar. Poniéndose en contacto con las empresas a través
de Twitter o Facebook, o firmando una petición dirigida a sus directores
ejecutivos, los consumidores pueden contribuir a lograr un cambio duradero en
nuestro sistema alimentario, mostrándoles, así, que esperan que operen de forma
responsable".
La campaña Tras la marca se ha puesto en marcha en más de 12
países, entre ellos Estados Unidos, México, China y Brasil, y en Europa.
Su
primera acción estará dirigida a Nestle, Mondelez y Mars, para mostrar su
incapacidad a la hora de hacer frente a la desigualdad que sufren las mujeres
que cultivan cacao para sus productos derivados del chocolate. Oxfam también ha
publicado hoy un informe que incluye testimonios de primera mano y muestra la
desigualdad que sufren las mujeres productoras de cacao. Oxfam pide de forma
urgente a estas tres empresas que hagan más por averiguar y mostrar cómo
se trata a las mujeres en sus cadenas de suministro, a que ideen un plan de
acción para hacer frente a la desigualdad que sufren estas mujeres y utilicen
estrategias de incidencia política para influenciar a otros actores y lograr
que éstos hagan lo mismo.
Ninguna
de las 10 Grandes es española. Sin embargo, Coca Cola y Nestlé son las empresas
del sector de la alimentación y bebidas que más beneficios obtuvieron en España
en 2011, por ese orden; y otras como Danone, Unilever, Mondelez y Pepsico están
entre las 20 empresas de este sector con más beneficios.
Junto
a Intermon Oxfam, organizaciones en España como Acción contra el Hambre, la Organización de
Consumidores y Usuarios (OCU) y Prosalus, entre otras, de forma independiente o
a través de redes y coaliciones, aúnan esfuerzos para cambiar un sistema alimentario
injusto que provoca que miles de millones de personas en todo el mundo pasen
hambre, se les priven de sus medios de vida, o se destruyan sus recursos
naturales impidiéndoles salir de la pobreza.
NOTAS A LOS EDITORES:
·
Durante el último año, Oxfam ha estado en contacto con estas
diez empresas, quienes han colaborado y proporcionado datos para elaborar esta
clasificación. Actualizaremos la tabla de puntuación en función de los cambios
que hagan las empresas en sus políticas en los próximos dos años.
·
Oxfam ha evaluado y clasificado a las empresas en función de sus
políticas con respecto a siete cuestiones: cómo garantizan los derechos de las
personas que trabajan y cultivan los ingredientes para ellas, cómo protegen los
derechos de las mujeres, cómo gestionan el uso de la tierra y el agua, cómo
hacen frente al cambio climático, y la transparencia en sus cadenas de
suministro, políticas y operaciones. No se han evaluado otras políticas
importantes como las relacionadas, por ejemplo, con la nutrición, la tributación
fiscal o la gestión de residuos.
Productos de Tras la marca para medios de comunicación:
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